Soy una persona normal que un día descubrió el maravilloso mundo del trading.
Por aquel entonces buscaba cómo rentabilizar algunos ahorros que tenía en el banco. Pero no me convencía nada.
Entonces, buscando información sobre inversiones me topé con el trading y descubrí personas que habían tenido éxito en la bolsa. Y quise seguir el mismo camino. Pero necesitaba un referente, necesitaba aprender del mejor trader del mundo.
¿Quién era? No lo sabía.
Así que lo busqué en Google y uno de los primeros resultados me llevó a Dan Zanger. Mi primer mentor. Me enamoré de su estrategia y su filosofía, el breakout trading.
Del 2017 al 2019 me formé como un loco, pero ¡ojo! con muy poco capital. Era consciente de lo principiante que era. Además, le tengo muchísimo respeto al riesgo. Soy el típico padre que, cuando va a un sitio nuevo, revisa todos los lugares asegurándose de que no haya peligros para su(s) hijo(s).
Tras 3 años de aprendizaje, de prueba y error, empezó la fiesta: el super rally alcista (sobre finales del 2019).
Todo me empezó a funcionar de maravilla y la mayoría de mis operaciones eran ganadoras. Creí firmemente que había descubierto el sistema perfecto. La buena racha siguió durante todo el 2020, dejando en mi cuenta un bonito 50% de beneficio en un solo año. Nada mal para alguien que solo lleva tres años haciendo trading.
Por desgracia, ahora viene el giro.
A principios del 2021, la estrategia comenzó a dar peores resultados. Poco a poco, las pérdidas superaban a las ganancias y eso afectó mi mentalidad. La agonía fue lenta; estaba confuso y frustrado. ¡Si la estrategia había funcionado de maravilla! ¿Qué estaba pasando? Era como estar en un barco que se hundía lentamente.
A mediados del 2021 toqué fondo. Había perdido todo lo ganado el año anterior. Cinco cifras. Así que, cuando llegué a mi capital inicial, paré. Me di un tiempo. Necesitaba entender qué había salido mal, si tenía que dejar el trading o si podía ajustar mi estrategia para evitar perder la cuenta.
Entonces, con más calma, hice algo clave y muy recomendable en estos casos: un backtesting en retrospectiva. Es decir, analicé todas las operaciones efectuadas durante toda aquella primera mitad del 2021, una por una.
Y descubrí cosas, muchas cosas.
Había algunos aspectos técnicos que me estaban restando rentabilidad, como entrar en el segundo o tercer día de Swing, no fijarme en el patrón técnico o tomar entradas cuando el retroceso era demasiado profundo.
A nivel de disciplina también habían fallos. A veces, me saltaba las reglas fruto de la frustración por querer recuperar rápido.
Pero el problema más grave estaba en la gestión del riesgo. Básicamente, era inexistente. Solía entrar con unos 2000 dólares en todas las operaciones, ignorando el riesgo asumido. Grave error. Tampoco tenía reglas para calibrar mi riesgo según mi rendimiento, o para limitar el riesgo total de mi cartera.
A partir de ahí, no solo mejoré en todas las áreas del trading, sino que diseñé mi propio sistema de gestión del riesgo que me permite arriesgar fuerte cuando lo estoy haciendo bien y aflojar cuando llegan los malos resultados. Además, siempre arriesgo fuerte sobre las ganancias obtenidas, nunca sobre mi propio capital.
Poco a poco conseguí volver a la regularidad. Ahora, cada mes publico los resultados de mi estrategia en la cartera del Swing Trader.
En esta página Web recopilo toda mi experiencia acumulada en un solo lugar.
Si hubiera tenido acceso a un sitio como este en aquella primera mitad del 2021, me habría ahorrado tiempo, esfuerzo y la pérdida de las cinco cifras.
Pero tampoco me arrepiento. Gané experiencia, que es invaluable.
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Sebastián Á.