Explicación sencilla del RIESGO DIVISA y cómo cubrirlo

Si hacemos trading o inversiones en activos que se encuentran en una moneda distinta a la nuestra, podemos «sufrir» el comúnmente conocido como riesgo divisa.

Me gustaría empezar el artículo con un ejemplo práctico para que veas cómo nos afecta realmente y, posteriormente, nos centraremos en su definición y posibles soluciones.

¡Vamos a ello!

Ejemplo práctico de riesgo divisa

Imagina que queremos realizar una operación de swing trading en Walmart.

Para poder comprar acciones de Walmart, pasamos 20.000 euros a dólares. Con el tipo de cambio de ese momento obtenemos 21.600 dólares.

La operación de swing trading ha ido bien, ha durado 18 días y nos ha reportado un 6% de beneficio (ver imagen inferior).

Ahora tenemos en nuestra cuenta 21.600 + el 6% de 21,600 = 22.896 dólares

Finalmente, queremos volver a convertir la divisa a nuestra moneda base. Toca operación inversa, convertir todos los dólares a euros.

Pero fíjate lo que ha sucedido con el cambio euro/dólar: El euro se ha apreciado aproximadamente un 6% respecto al dólar desde el momento en qué cambiamos euros por dólares. Es decir, mientras operábamos, nuestros dólares han perdido un 6% de valor (respecto al euro).

Para nuestra sorpresa, al cambiar los 22.896 dólares obtenemos 19.997 euros, ¡que es casi nuestro capital de partida!

La depreciación del dólar durante estos 18 días ha hecho que perdamos toda la rentabilidad conseguida en nuestra operación en Walmart.

Definición de riesgo divisa

Una vez entendido el ejemplo, es más fácil comprender la definición:

El riesgo de divisa se refiere al peligro de pérdida financiera asociado a las fluctuaciones en los tipos de cambio entre dos monedas diferentes.

Este riesgo se produce cuando una inversión o transacción se realiza en una moneda distinta a la moneda base del inversor, y la fluctuación de los tipos de cambio afectan a la rentabilidad final de la inversión.

¿A qué temporalidades afecta?

Como has podido observar, la operación anterior es una operación de corto plazo (18 días). El corto y medio plazo son las temporalidades más afectadas por el riesgo de visa. Sin embargo, en el largo plazo, el impacto es menos significativo.

Primero, porque cuando invertimos a largo plazo en activos que están en otras divisas, ya contamos con la volatilidad asociada al tipo de cambio. A lo largo del tiempo, el mercado de divisas fluctúa, pasando por ciclos alcistas y ciclos bajistas.

Segundo, si para esta inversión de largo plazo hacemos contribuciones periódicas (dollar cost averaging), acabaremos pagando un precio medio por la divisa.

Y tercero, a largo plazo, también es importante la diversificación en divisas. De esta manera, no lo veríamos como un riesgo, sino como una oportunidad de diversificación. Por ejemplo, podríamos invertir en dólares en la bolsa americana e invertir en euros en inmobiliario español.

Cómo cubrir el riesgo divisa

Centrémonos, pues, en la problemática para el corto y medio plazo. Veamos cuáles son las posibles soluciones.

▶️ Operar empresas en nuestra moneda

La primera es la más sencilla. Se trata de operar exclusivamente en activos que estén en nuestra misma moneda. Si no quieres renunciar al mercado americano, por ejemplo, existen empresas americanas que cotizan en distintas divisas. Apple cotiza en euros en la bolsa alemana (Xetra) bajo el símbolo APC.

▶️ Operación inversa en Forex

Otra opción, un poco más compleja que la anterior, es realizar una venta en corto de la divisa en Forex.

Me explico. Si nosotros queremos entrar con 20.000 dólares en Walmart (que es un activo qué está en dólares), necesitaríamos:

1. Comprar dólares con 20.000 euros.
2. Ponernos en corto en el dólar con la misma cantidad de dólares que hemos comprado en el paso anterior.

Para ello necesitaríamos cumplir con los requerimientos mínimos de margen del bróker que, para el dólar e IBKR, son de un 2,5% en cuenta sobre el total de la operación. Para tener algo de colchón, consideramos un margen aproximado del 10%:

1. Compraríamos dólares con 18.000 euros.
2. Nos pondríamos en corto en el dólar con la misma cantidad de dólares que hemos comprado en el paso anterior.

¿Qué conseguimos con esto?

Lo que caiga el dólar, lo recuperaremos con la venta en corto. Pero si el dólar sube, no nos aprovecharemos de ello porque tendremos pérdidas equivalentes en la operación en corto. Es decir, no tendremos pérdidas, pero tampoco ganancias.

Obviamente, esta solución no es óptima, ni eficiente. No estamos operando con todo nuestro capital. Además, debemos hacer frente a los intereses de la venta en corto de la divisa y las comisiones asociadas a la operativa en Forex. A parte de la complejidad añadida.

▶️ Hacer trading «largoplacista»

Esta es una opción popular.

Se trata de operar a corto/medio plazo pero fijando el horizonte de retiro de ganancias en el largo plazo. Así, no renunciamos a las ventajas del largo plazo comentadas anteriormente.

¿Cómo? Simplemente, dejamos las ganancias en la divisa extranjera y seguimos operando (el bróker debe permitir multidivisa).

Un caso concreto: Si tenemos el euro como moneda base y operamos en dólares, no convertiríamos capital ni ganancias de dólares a euros, porque mantendríamos esta cuenta siempre en dólares, como una cuenta de largo plazo.

La idea es acumular y reinvertir beneficios, aplicando el interés compuesto, y haciendo crecer esa cuenta en dólares.

▶️ Futuros, opciones y FX Forward 

Por último, comentemos la manera usada por los inversores profesionales, la cual consiste en hacer uso de futuros, opciones y FX Forward.

No entraré mucho en detalle. Estas alternativas son complejas y se escapan del objetivo de mantener una explicación sencilla para este artículo. Además, es difícil el acceso a estos instrumentos financieros, y requieren de una formación adecuada.

Pero veamos cuatro pinceladas.

Básicamente, nos permiten pactar un precio sobre una divisa a futuro. Futuros y opciones se negocian en mercados regulados. Los FX Forward se negocian en mercado OTC (Over-The-Counter).

En el caso de las opciones, al coste de cubrir una divisa se le llama prima. El trader o inversor deberá pagar una prima al vendedor de la opción. La prima es el precio que se paga por el derecho, pero no la obligación, de comprar o vender una divisa a un precio determinado en una fecha específica en el futuro.

Un ejemplo rápido:

Supongamos que un trader español adquiere acciones en Tesla por un valor de 100.000 dólares y se quiere proteger contra una posible depreciación del dólar.

Este trader decide comprar una opción de compra (también conocida como call) sobre el par EUR/USD a un precio de cambio de 1.10 y con una fecha de vencimiento de seis meses. Para comprar la opción de compra, el trader debe pagar una prima de 1,200 dólares.

Si en el momento del vencimiento, el tipo de cambio está en contra, el trader puede ejercer su opción de compra y comprar los euros al precio pactado de 1.10. En este caso, la pérdida se limita a la prima (el riesgo está limitado).

Por otro lado, si el tipo de cambio está a favor, el trader no ejercería su opción de compra. Si el tipo de cambio le genera un beneficio superior a la prima, entonces la operación de cobertura le habría salido gratis (incluso habría obtenido beneficios).

Notas finales

El riesgo divisa es un factor importante que no debe pasar por alto el trader de corto/medio plazo. Es necesario definir una estrategia clara para gestionar adecuadamente las posibles fluctuaciones en los tipos de cambio y minimizar el riesgo de pérdidas.

¿Y cómo gestiono yo el riesgo divisa?

En mi caso, tengo la cuenta del bróker exclusivamente en dólares y nunca los convierto a mi moneda base (euros). Sigo, por tanto, un enfoque de trading «largoplacista». Mi objetivo es crecer la cuenta para retirar en un horizonte lejano.

Y hasta aquí el artículo de esta semana, espero que te haya sido muy útil y nos leemos en el próximo.

Hasta entonces, ¡que tengas un feliz trading!