Si hiciera una encuesta a todos los que van a leer este artículo, seguramente la gran mayoría afirmaría que el análisis fundamental es necesario e importante para complementar cualquier estrategia de trading.
A priori, parece un elemento indispensable que ningún trader debería ignorar.
Claro, es lo que escuchamos en los medios: «La importancia del análisis fundamental», «siempre comprar empresas sólidas»,…
Pero déjame ponerlo en duda; al menos para los traders que operamos en el corto plazo.
La pregunta que debemos hacernos es: ¿Vale la pena dedicar tiempo y esfuerzo a analizar fundamentalmente los activos en los que invierto?
Veámoslo.
Índice de contenidos
Objetivo del análisis fundamental
Básicamente, el análisis fundamental nos ayuda a determinar la «salud» de un activo gracias al estudio de sus registros financieros, sus previsiones a futuro, la excelencia de sus directivos y otras variables macro, como el sector en el que se encuentra.
Decimos que una empresa (en el caso del mercado de valores) es sólida o tiene fuertes fundamentales cuando apenas tiene deuda, si cada año incrementa sus ganancias/ventas, si posee barreras de entrada a competidores, etc. En definitiva, si goza de buena «salud».
Gracias al análisis fundamental podemos calcular el valor «real» de un activo, esto es, el valor intrínseco.
▶️ Valor intrínseco
El valor intrínseco es el valor «objetivo» de un activo. En este cálculo, descontamos factores «subjetivos» como pueden ser el sentimiento del mercado, noticias recientes, emociones de los inversores, etc.
No existe una fórmula universal para calcular el valor intrínseco. Aquí «cada maestrillo tiene su librillo». Cada analista fundamental intenta aproximarse lo más cerca posible mediante el uso de fórmulas que van desde las más simples hasta las más complejas.
De hecho, este es el funcionamiento del Value Investing: Detectar cotizaciones que no concuerdan con el valor intrínseco de un activo. Específicamente aquellos activos que están baratos y representan buenas oportunidades de compra.
▶️ Correlación entre valor intrínseco y cotización
Fíjate en el siguiente gráfico:
El valor intrínseco está dibujado con una línea roja; el precio actual del activo en el mercado está representado por una línea negra.
Mientras el valor intrínseco avanza lentamente sin grandes fluctuaciones, el precio de mercado oscila considerablemente, llegando a distancias irracionales en zonas de sobreventa y sobrecompra.
Por tanto, si yo como trader de corto plazo quiero aprovechar una fluctuación o impulso:
¿Me tengo que fijar en el valor intrínseco?
¿Me interesa estudiar la deuda de una empresa?
¿O si cada vez tiene más ventas o ganancias?
Pues tomando como referencia el gráfico anterior, vemos que no influye tanto como pensábamos.
El factor diferencial, más bien, es poseer una buena destreza técnica que nos permita cazar tales impulsos.
El corto plazo es emocional
En el corto plazo la fluctuación de una cotización es emocional.
Es decir, los movimientos del precio están condicionados por el sentimiento del mercado, por noticias recientes (tanto positivas como negativas), expectativas a futuro y emociones de los inversores.
Por tanto, para operar movimientos a corto plazo, poco o nada me va a ayudar el estudio de los registros financieros de una empresa.
Necesito herramientas que me digan aquí y ahora lo que está ocurriendo en el activo, sin retardo, como por ejemplo la acción del precio y el volumen.
Por el contrario, si mi objetivo es aguantar posiciones en el medio o largo plazo, entonces necesito activos de calidad. Y ahí es donde entra el análisis fundamental.
Necesito que la «solidez» y la proyección del activo trabajen a mi favor, incrementando el precio a lo largo del tiempo. Para que, al final, yo pueda recoger los beneficios como quien riega un árbol frutal para disfrutar de sus frutos.
Desventajas del análisis fundamental en el corto plazo
Centrémonos en el corto plazo.
Si yo opero en marcos temporales cortos y dedico parte de mi tiempo a hacer análisis fundamental, van a suceder dos cosas (negativas):
▶️ Pérdida de oportunidades
La primera es que voy a perder oportunidades.
Es decir, voy a descartar todos aquellos activos con «pobres» fundamentales; aquellos que no pasen mi baremo ni mis exigencias de calidad.
Mi foco estará puesto únicamente en aquel selecto grupo de activos que yo haya filtrado, porque tienen «buenos» fundamentales.
El problema, como podrás apreciar, es evidente. Quizás, dentro de los descartes, se encuentre el próximo pelotazo que doble su precio en el corto plazo.
Porque, como ya hemos visto, el corto plazo es emocional.
▶️ Tiempo mal invertido
Por otro lado, hacer análisis fundamental me resta tiempo para hacer análisis técnico, o de mejora de mis capacidades técnicas.
Todo ese tiempo que yo empleo en analizar la calidad de una empresa, en entender sus registros financieros e investigar su negocio, podría enfocarlo en mejorar mi conocimiento de análisis técnico y, obviamente, en analizar técnicamente los activos que me interesan.
Cuando digo capacidades me refiero a mi destreza en cuanto a reconocimiento de patrones técnicos, técnicas de gestión del riesgo, perfeccionamiento de estrategias gracias al backtesting, desarrollo personal (psicotrading), etc.
A nivel de retorno de inversión, en el corto plazo, un trader puramente técnico es capaz de cazar los impulsos de forma más eficiente que un analista fundamental.
Ejemplos de oportunidades perdidas
▶️ Ejemplo 1: Deuda creciente
Imagina que poseo un filtro de mercado basado en criterios fundamentales, el cual me prohíbe invertir en empresas con deuda creciente.
En el gráfico inferior vemos la cotización de Tesla, justo antes del primer «rally» que efectuó durante todo el año 2020.
Si te fijas, a finales del año 2019, la compañía Tesla presentó sus cuentas al público general, entre ellas los resultados de su deuda.
Pues bien, Tesla no solo no redujo su deuda, sino que a finales del 2019 esta superaba en un 23,71% la deuda del año anterior, con un total de 11.634 millones de dólares.
Evidentemente, muchos inversores huyeron despavoridos ante aquellos datos.
¿Pero qué sucedió a posteriori?
Solo tienes que echarle un ojo al gráfico para ver hasta dónde llegó la cotización. Desde el anuncio de su deuda hasta el pico más alto, el precio creció… ¡Un 135%!
Habrías podido doblar tu inversión siempre y cuando no la hubieras descartado por su deuda.
▶️ Ejemplo 2: PER elevado
El PER (price-to-earnings) es un indicador financiero para conocer si una acción esta relativamente cara o barata.
Imagina que una empresa cotiza a 100 dólares y reporta unos beneficios anuales netos por acción de 20 dólares. Tendría un PER de 5 (100 dólares dividido entre 20 dólares).
Si se estancara en el momento actual y todos los años reportase 20 euros de ganancia, el inversor tardaría 5 años en recuperar el dinero invertido (100 dólares). Por tanto, PER de 5.
Hay analistas que recomiendan invertir en empresas cuyo PER esté contenido entre los 15 y los 25 puntos.
Tesla a mediados del 2020 tenía un PER superior a… ¡500!
Es decir, ¡los inversores que comprasen una acción en aquellos momentos deberían esperar 500 años para que los beneficios de Tesla (por acción) alcanzasen su precio de mercado!
Evidentemente, muchos se quedaron atrás esperando un retroceso, un mejor PER, que nunca llegó.
Desde el punto dónde indico con la flecha azul, donde el PER era superior a 500, hasta el pico máximo hay ¡un incremento del 550%!
Pregunta: ¿Crees que el análisis fundamental te hubiera ayudado a cazar tal subida o más bien te hubiera echado para atrás?
Conclusiones
El análisis fundamental es importante si el tiempo en el que sostienes las operaciones es a medio/largo plazo. Estamos hablando de meses y/o años.
Como inversor de medio/largo plazo, necesitas que las empresas que están en tu cartera tengan la calidad y progresión suficiente para que el próximo año su precio valga más, independientemente de las fluctuaciones del mercado.
Sin embargo, no es un factor tan importante para un trader que hace intradía o corto plazo. En este caso, los factores técnicos (indicadores, acción del precio, volumen y otros) son claves para sacarle rendimiento a los movimientos «emocionales» que realiza el precio.
Obviamente, hay excepciones. Algunos datos financieros nos pueden ayudar a respaldar decisiones en el corto plazo. Hacernos sentir más «tranquilos», a nivel mental, con nuestras posiciones.
Por ejemplo, si el sector al cual pertenece una empresa está en pleno auge. O si los resultados trimestrales han sido espectaculares y eso genera un fuerte movimiento alcista. Pero nada que no podamos deducir observando el precio.
Y hasta aquí el artículo de hoy, espero que te haya sido muy útil. Nos leemos en el próximo.
¡Que tengas un feliz trading!